Detrás de esta dulce tentación, se esconden algunas amargas consecuencias para nuestra salud.
Por qué nos atrae tanto? Los azúcares simples pasan rápidamente del estómago al intestino delgado y proveen de una energía y excitación rápida. Pero su trampa es el efecto montaña rusa que genera en la glucosa sanguínea y en la misma proporción en que sube, baja, generando hipoglucemia funcional que se traduce en agotamiento, cambios de humor, falta de concentración o dolores de cabeza.
Innumerables dolencias y carencias fisicas, así como desequilibrios a nivel emocional o nervioso están muy directamente relacionados con el consumo y abuso de azúcar blanco o sacarosa.
Parte de esas consecuencias se deben al proceso de limpieza,blanqueado y refinamiento donde tanto la remolacha como la caña de azúcar pierden el 90% de sus vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra. Intolerancias al azúcar tienen que ver con este producto.
Qué nos pasa? el cuerpo se ve obligado a compensar las carencias de un alimento desvitalizado, echando mano a sus reservas para digerirlo y purificarlo.
Cuando consumimos azúcar a diario se produce un estado de contínua sobre acidéz y cada vez necesitamos más nutrientes propios para reestablecer el equilibrio.
Perdemos cantidades importantes de sales minerales y los órganos de los que han sido sustraídas se resienten.
No obstante, necesitamos del sabor dulce, ya que en su justa medida es beneficioso y el cuerpo lo reclama, pero es mejor tomar azúcares complejos, que se absorben más lentamente y poseen más nutrientes. Frutas y algunas verduras lo contienen naturalmente y luego están las melazas de cereales, la rapadura o panela,el azúcar integral de caña, la miel natural, el sirope de ágave y la stevia .
Se alimentan de azúcar: parásitos, cándidas, tumores y diabetes, seamos más conscientes de la dulce trampa.